Verstappen campeón, Fórmula 1 en deuda con el espectáculo

Lo de Verstappen era claro varias fechas atrás, solo faltaba otro error de Pérez para poder validar de manera más sencilla su tercer título en el Gran Premio de Qatar disputado el pasado domingo.

Piastri de gran presentación

La carrera sprint disputada el sábado, si bien no fue victoria de Verstappen, el accidente de Checo Pérez lo anulaba de la suma de puntos lo que otorgaba la tercera corona al piloto neerlandés. De esa primera competencia, hay que mencionar y exaltar la victoria del joven Piastri con McLaren, equipo que en los últimos tres grandes premios se ha convertido en la amenaza más cercana a Red Bull.

Por lo demás, el Gran Premio de Qatar dejó en evidencia muchos problemas de la Fórmula 1 actual. El primero, lo sucedido con los bordillos y límites de pista, fruto de las medidas que debieron tomar debido a la recomendación de Pirelli por el desprendimiento de la banda de rodamiento de los neumáticos generado por la forma de los pianos, la competencia del domingo obligó a los pilotos a realizar un máximo de 18 giros en cada set de llantas para poder garantizar la duración de estas.

Carreras con los pilotos y carros exigidos al 100%

Con ese número de vueltas máximo que podían hacer, los pilotos se vieron obligados a correr durante toda la carrera al 100% de su rendimiento sin pensar en administrar el desgaste de las llantas. Esta situación los llevó a un desgaste físico extremo, agravado por el calor y la humedad propios de Qatar. Al final de la competencia pudimos ver a muchos pilotos acusando cansancio extremo al punto en que algunos debieron recibir asistencia médica.

Me pregunto, ¿Queremos ver los aficionados carreras en las que los pilotos y máquinas van al 100% de su rendimiento? La respuesta por la naturaleza del deporte es sí, sin embargo, con las variables de los diferentes compuestos de llantas y el consumo de combustible, hoy estamos viendo competencias donde administrar es la palabra clave. Obvio, la parte de la estrategia de gestión de cada equipo agrega un poco de picante para el público y la audiencia, pero, seguro, si pudiéramos ver a los pilotos entregando todo y sus monoplazas a fondo, la batalla pasaría en gran parte a valorar el talento de cada piloto.

Límites de pista opacan las carreras

Los límites de pista, un punto de amplia discusión este año en la Fórmula 1, una vez más fue un factor determinante en el resultado de la carrera y una constante de revisión por parte de los comisarios quienes debieron penalizar a gran parte de la grilla. ¿Es en verdad una medida útil contar con límites de pista en los circuitos? Yo soy piloto también y entiendo perfectamente que si nos dan un metro más de pista lo usamos a favor de la velocidad y creo fielmente que eso hace parte del diferencial de destreza de cada piloto. Lo que vemos hoy, por traer algunas cifras, es que en la carrera de Austria los comisarios declararon 83 casos firmes por violar los límites de pista y, en Qatar, se sancionaron 10 pilotos y se eliminaron 51 tiempos de vuelta.

Faltan más disputas rueda a rueda

Fui espectador y seguidor de una Fórmula Uno donde se peleaba a manejo gran parte de las carreras. Si bien siempre hay equipos que marcan una superioridad, la destreza del piloto hacía un diferencial mayor. Hablemos de Senna, Prost, Lauda, Mansell, Piquet entre otros muchos virtuosos del volante de la era más moderna de la categoría; gran parte de convertirse en ídolos fue por maniobras al límite en sus carros. Hoy, sin demeritar las capacidades conductivas de nadie, ni más faltaba, menos cuando soy un piloto aficionado frente a esos monstros, creo fielmente que la F1 se ha vuelto una procesión de carros rodando en una pista sin poder llegar a la máxima expresión de ninguno de sus componentes, incluido el piloto.

Después de una definición de un mundial como la que vivimos en el año 2.021 entre Verstappen y Hamilton, dos rivales que a punta de talento lograron llegar a la fecha final disputando el título a fondo, la afición que sigue la categoría espera que ese tipo de duelos sea una constante. Seguro sin tanta reglamentación y política tendríamos una Fórmula 1 más excitante y competida. Que deben existir normas es claro, que estás no deberían ser tan intrusivas en el manejo creo que puede elevar la emoción por seguir la máxima categoría del automovilismo mundial.

Con el título ya resuelto a favor de Verstappen en pilotos y Red Bull en equipos continuamos a la espera que el neerlandés continúe rompiendo récords y acumulando victorias esta temporada. Nos queda ver cómo se dirime la pelea por el subcampeonato de pilotos que, hasta la fecha, lidera Sergio Pérez seguido muy de cerca por Hamilton y Alonso. Si el mexicano sigue fuera de forma y propenso a los errores, sus dos rivales directos harán valer su experiencia y seguro lo sacarán de la disputa. Ojalá el piloto tapatío recupere su nivel, no solo para alcanzar el subcampeonato, también porque su puesto en el equipo Red Bull tambalea cada vez más.

Esperemos que estas competencias como la de Qatar abran espacios de debate sobre un futuro más competitivo a nivel conductivo en la Fórmula 1 y que la reglamentación permita que los pilotos puedan rodar más rápido al límite de sus capacidades.

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