Ford Ranger Raptor, polivalencia total.
PRUEBA
La creación del pickup se le atribuye a Ford desde el año 1.925 con su modelo T con la carrocería trasera modificada. 98 años después ese tipo de vehículos han cambiado su concepción de trabajo para convertirse en alternativas más polivalentes y completas para cautivar a nuevos usuarios.
Del trabajo al lujo y deportividad
Hace unos años los pickups se consideraban como herramientas de trabajo, rusticas de presencia y carentes de los lujos que las berlinas que marcaban tendencia en el mercado pero, con capacidad de cargar y transitar por terrenos difíciles. Hoy, el mercado obliga a tener una cabina llena de lujos, conectividad, soluciones de movilidad y espacio suficiente para salir con la familia sin dejar atrás la robustes para trabajar.
Si hay un país que se construyó con base en el uso de los pickups fue Estados Unidos. Sumando a Canadá, en ese bloque se venden más de 3 millones de esos vehículos seguidos por el sudeste de Asia Pacifico con 827.000 unidades. Un mercado tan grande obliga a estar en constante innovación para cumplir con las exigencias de la clientela, por eso es correcto decir que los pickups americanos siempre marcan una vanguardia. No se pueden dejar de lado a los fabricantes asiáticos, pero, aclarando que sus mejores vehículos de trabajo se conciben pensando en enamorar al cliente americano.
Probamos la segunda generación de la Ranger Raptor, la opción más “pequeña” de la familia con esa denominación. Raptor, que llegó a los mercados en el año 2.009 hace referencia a todo el desarrollo de Ford en el automovilismo y que han implementado en el mundo del offroad y carreras de desierto donde la marca ha sido referente. Toda esa deportividad y prestaciones las introdujeron a las dos pickups insignias de la marca, F150 y Ranger, elevando así su capacidad, equipamiento y prestaciones.

En esta nueva Ranger Raptor se destaca por un diseño mucho más robusto y agresivo con guardabarros ensanchados, la parrilla frontal con la palabra Ford en relieve, conjunto óptico en led con acción adaptativa y con luz diurna en forma de C como ya es típico en las pickups de la marca. Bajo el motor, una placa protectora de 2,3mm de espesor en acero para aguantar golpes sin afectar el tren motriz, rines negros de 17 pulgadas con llantas todo terreno de la BF Goodrich y ya con los ganchos de arrastre a la vista y fáciles de alcanzar más el paquete gráfico Raptor hacen parte de la preparación de este modelo para todo tipo de terrenos agrestes.
Al día de tecnología y seguridad
Cuando hablamos de tecnología, en este vehículo se cubren todos los frentes. Por supuesto, encontramos el cluster de instrumentos en una pantalla de 12,4 pulgadas y otra de similares dimensiones para todo el infoentretenimiento que cuenta con Apple Car Play y Android Auto, navegación, controles de temperatura, cámaras y un radio con parlantes Bang & Olufsen. Los controles de todo son muy sencillos de utilizar y con muy buena visualización.
En la cabina los materiales se perciben un poco rústicos, pero hay que pensar en el uso de 4×4 extremo que se le puede dar a la pickup y, cuando eso sucede, se agradece que todo sea de fácil limpieza. Cabe aclarar que todo está correctamente bien puesto, es solo una percepción de costo y lo que se recibe.

En temas de tecnología también viene con: Control de velocidad Adaptativo con Stop & Go y centrado en el carril, sistema de permanencia en el carril, Asistente Anti-Colisión con frenado de emergencia automático y detector de peatones, Asistente de frenado en reversa, Asistente de manejo evasivo Sistema de monitoreo de punto ciego BLIS® con alerta de tráfico cruzado con cobertura de trailer, Detector de fatiga Luces Altas Automáticas y cámara 360.
7 airbags, Asistente de Arranque en Pendiente (HLA), Control de Carga Adaptativo (LAC), Control Antivuelco (ROM) y Control de Balanceo de Trailer (TSM) son sistemas de seguridad que permiten la gestión de trabajo con carga mucho más segura
Con prestaciones deportivas
El motor es un 3 litros turbo de 6 cilindros en V EcoBoost que produce 288 caballos y 491Nm de torque, acoplado a una transmisión automática de diez velocidades con tecnología Skip Shift que permite que la caja pase cambios, por ejemplo, de primera a tercera o de manera descendente de séptima a cuarta marcha para siempre lograr la mejor entrega de torque y potencia o buscar la mejor economía en consumo. Mucha tecnología tiene la planta motriz para favorecer las prestaciones: distribución variable para admisión y escape, inyección dual y, cuando se usa en el modo de manejo Baja cuenta con Anti-Lag que impide que el turbo se descargue permitiendo la entrega inmediata de potencia.
La capacidad todo terreno está bajo la gestión de un sistema de última generación que ofrece 7 modos de manejo: Baja, deportivo, barro/surcos, arena, resbaladizo, escalado en roa y normal. Como mencionamos anteriormente, el modo Baja es el más deportivo de todos liberando mucho las prestaciones de los controles electrónicos como el de tracción para mejor desempeño. También hay la posibilidad de una configuración 100% personalizada con los parámetros que cada quien necesite.

Todo el desempeño y tecnología se transfiere al piso a través de las llantas que, con el trabajo de la suspensión, optimiza todo el comportamiento dinámico de la Ranger Raptor. La evolución que presenta este modelo empieza por tijeras en aluminio más livianas y resistentes, más recorrido en ambos ejes y, para el trasero en particular se adopta el sistema de resortes helicoidales. La clave del éxito de la suspensión en gran proporción se debe a los amortiguadores Fox Live Valve que se adaptan en tiempo real a las condiciones del camino permitiendo un control óptimo de manejo. Se puede elegir tres configuraciones diferentes de suspensión: normal, deportivo y todo terreno, variando entre ellos la rigidez y aprovechamiento del recorrido de los elásticos.
Muchos sistemas se quedan en el tintero para ser mencionados y descritos. Para entender de verdad la Ranger Raptor y dimensionar su funcionamiento hay que manejarla. Si bien se tiene todo el lujo y tecnología, el comportamiento y respuesta descrestan en todos los usos. La probamos en carretera, ciudad, algo de offroad y, en todas las situaciones de conducción saca lo mejor de varios mundos. En la ciudad, se puede conducir en el tráfico a bajas revoluciones como en un sedán de lujo, disfrutando del equipo de sonido, navegación, comodidad y, cuando el semáforo permite un pique casual, con una bestia bajo el acelerador. Ayuda mucho la relación tan cerrada de la caja para una respuesta inmediata siempre que se requiere torque. Un punto súper a favor es poder rodar sin pensar en huecos y baches porque se pasa por encima de todo sin sentir nada, sin embargo, para todos los días, la suspensión en este uso puede sentirse un poco firme.
Prueba a fondo
En carretera, se pensaría que por su tamaño y concepción de pickup de trabajo podría sentirse pesada y poco ágil. En esa conducción recomiendo gestionar la caja con las paletas para las cambiar las marchas ubicadas en el timón, bajar el volumen del radio y disfrutar del sonido del motor. La respuesta del V6 turbo con la relaciones cerradas de la caja permite que siempre rueden el punto óptimo de torque y potencia descrestando la entrega inmediata de ambas. Al momento de cruzar la suspensión actúa muy bien con la transferencia lateral del peso y la posibilidad de ajustarse en tiempo real a la ruta pero, hay que decirlo, las llantas todo terreno no entregan el agarre óptimo para aprovechar al máximo la velocidad de paso por curva. Es muy difícil lograr un comportamiento dinámico que se preste para todas los terrenos de conducción y, en este caso, si alguien se anima a calzar una llantas más adecuadas para carretera seguro podrá llegar a límites más altos. No decimos que las llantas que trae la Ranger Raptor sean malas, por el contrario, si se califican en offroad son sobresalientes. Cuando se camina empujando fuerte por un tiempo los frenos presentan fatiga y se ponen más largos.
Ya en offroad, si se usa el modo Baja se requieren manos entrenadas para llevar al límite las prestaciones. Si se aprovecha al máximo la tecnología y electrónica que ofrece en los otros modos de manejo de ese enfoque disponibles, el piloto puede quedar como un experto en esa conducción offroad realizando todo con seguridad cualquier maniobra gracias a la gestión de la Ranger Raptor. Se suma a su capacidad los ángulos de ataque y salida que permiten pasar por casi cualquier parte. En terrenos difíciles, suspensión y llantas hacen total sentido y se destacan por sobre todas las condiciones de manejo porque para ese uso fueron concebidas.
Como complemento, detalles importantes como diferentes alternativas de configuración de espacio en el platón, puntos de anclaje para la carga, tomas de corriente para conectar dispositivos que queden a la mano y un espacio generoso completan la capacidad de trabajo.
Cuando pasamos al precio, el análisis inicial sin conducir la Ranger Raptor lo hace parecer escandaloso. Una vez que se conduce por unos días y, sobre todo en diferentes terrenos y circunstancias, se entiende que es un paquete completo donde es posible unir muchos mundos con pequeños sacrificios de prestaciones entre unos y otros. Además, con un punto a favor, se puede transportar a la familia cómodamente, salvo que se tengan sillas para bebé que, si bien se pueden instalar con todas las medidas de seguridad y anclajes pertinentes, no quedan con una ubicación tan cómoda. Por lo demás, compran las prestaciones en las que se sentirán manejando un Mustang, las comodidad y equipamiento de una Explorer, la capacidad offroad como la del Bronco clásico y el nuevo y, por último, la pinta modera de la Ranger. Cuando miramos la película así, los 362.990.000 pesos que cuesta la Ranger Raptor pueden no parecer un gasto tan grande.
Probamos la Ford Ranger Raptor gracias al préstamo por parte de Ford Motor Colombia